Un año Tierra, 365 unidades de conciencia legítimas, un cuarto de un aparato Sol/Tierra.
Un 28/09, pero de un año Decide (2020), emergía a la vista de una conciencia particular el nombre, y detrás de él una conciencia por despertar, de este espacio, Compromiso Humano.
28 y 9, ¿Circuitos dinámicos para el incremento? Validemos esa traducción por un instante. Cuando hagamos esto, no podemos olvidarnos que ese dinamismo que posibilita al incremento, debe apoyarse en una base estable, esto es un axioma ineludible del espacio tiempo.
Este espacio me ha ido enseñando a mi, Bruno, sobre su propia función y valor a aportar a los demás. Me ha enseñado, lo sigue y seguirá haciendo, sobre el equilibrio que ambos componentes (base estable e incremento) necesitan para que una función funcione y no acumule su propia carga.
Este espacio me ha ido dejando ver que quizás su función no es la de brindar actualizaciones permanentes y ser lo que otros espacios (dentro del desarrollo LGC y afines) son, y por “ser” me refiere al rol que cumplen. Si no, que la función del Humano y su Compromiso, es la de estabilizar las actualizaciones que el Inhumano pueda gestionar.
Una función más que necesaria en esta temporada espacio temporal, en donde los desafíos van en aumento y, consecuentemente, las posibilidades de aprovecharlos también. Una función que se hace evidente en el último transcurso de este año de existencia de Compromiso Humano.
Una estabilización en el humano del incremento que se haya podido gestionar, una relación sana y fluida entre los alcances que tengo en una dimensión y los límites que tengo en otra. Para este hermoso trabajo el tomar una posición humana particular en el contexto es condición necesaria.
Una estabilización que termine por ser el incremento en sí misma, ya que toda actualización será actualización si puede ser habitada por el humano en su propio estatus y condición gravitatoria, antes de eso sólo serán posibilidades de expansión.
Un año en el que muchos más compañeros humanos de los que yo me hubiese imaginado decidieron involucrarse con este lugar en todos sus distintos espacios de participación. Un año en el que he sido testigo de transformaciones que no hacen más que dejarme en silencio y maravillado de la estabilidad y potencial que tenemos debajo de nuestros pies a cada instante.
Humanos comprometidos con ellos mismos y ellas mismas, sabiendo que ese compromiso no empieza ni termina en sus conflictos particulares, que sus propios límites encajan dentro del alcance del género humano, que es el destino mismo de cada aporte expresado.
Un año en una vida humana es, todavía, muy poco tiempo para conocer a ese individuo, pero algunos puntos se dejan ver. De ese mismo modo es que este espacio se hace conocer a sí mismo, lo que puede y lo que no puede dar y contener, lo que puede y no puede negociar, cuales son sus referencias, cuando necesita expresar algo nuevo, etcétera, etcétera…
Gracias a este Sistema por financiar esta gran aventura, por juntarnos y por separarnos.
Personalmente, gracias a cada uno y a cada una que ha hecho y sigue haciendo posible, desde el lugar que elige, que este espacio hoy pueda concluir un segmento de existencia dentro de este maravilloso Sistema Solar Planetario.
Bruno AR.
La Rioja, Argentina.
28/09/2021
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